ediciones - extrañas publicaciones

publicaciones fuera del arte- conceptualmente pueden funcionar como arte- y ser una colección de ready-mades

relación con...........George Maciunas.............ediciones Fluxus

Aunque Fluxus se distanciaba de los ready mades, en su estrategia de salirse del arte comparte con las extrañas publicaciones de ED Ruscha un objetivo que como sentido se reinventa a sí mismo.

EDWARD RUSCHA COMENTA SUS EXTRAÑAS PUBLICACIONES (1965)

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estética relacional

En aparente contraposición a los planteamientos de Arthur Danto, Bourriaud descarta el principio de “fin del arte” a favor del “fin de la partida” -se sigue jugando (haciendo arte) pero en otra partida... De todos modos el concepto de Danto acerca del fin del arte se relaciona con el fin de una narrativa que concibe la historización del arte de una manera progresiva, como una trayectoria de evolución. Marca entonces el fin de un relato acerca del arte.
El concepto de estética relacional que se sirve del materialismo aleatorio pone el acento en el encuentro de elementos distintos y paralelos, y su cohesión en una unidad duradera. Cada forma, entendida como el producto de ese encuentro y su duración, es un mundo inventado. Cada “situación construida” a diferencia de Debord también es parte de este juego del arte y es considerada una “cosa artística”.
Si no hay sentido que preceda al mundo, no hay Razón que anteceda, que garantice el estado de la cosas (Althusser), lo que hay son encuentros entre distintas subjetividades. Y en ese encuentro se produce la obra, se inventan sentidos, se crea un mundo, se establece un lazo.


ESTÉTICA RELACIONAL
Nicolas Bourriaud

arte---situación de encuentro de elementos paralelos---materialismo aleatorio
forma (cohesión duradera): unidad del arte contemporáneo
inventar un mundo: crear un lazo
obra como hecho de encuentro---punto sobre una línea

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inventar un sentido--------------arte

El texto sobre la Muerte del Autor, de Roland Barthes, puede ser leído hoy como el puntapié que da lugar a reasumir al autor, pero esta vez con minúscula, donde él mismo es creado por su texto, y de esta manera inscribiendo su subjetividad en el mundo, no como el único autorizado a la verdad última de un concepto, sino que con su palabra se crea a sí mismo. Y no se disuelve en el infinito significante del discurso como un mero hacedor de signos. Pero esto no lo coloca por encima de ninguna supuesta verdad, como se entendía antes al Autor, pero tampoco lo deja inerme frente a ser simplemente un instrumento del lenguaje. Re-inscribir ese rehusarse a la Ley, Dios, la Naturaleza, que plantea Barthes, como única posibilidad para la invención del sentido es retomar esa disidencia en la actualidad, necesaria para la concepción de la obra de arte como sentido siempre en invención, pero de una subjetividad que por lo tanto emerge con la “persona humana” a distancia de lo divino que ya no cuenta como garantía.


LA MUERTE DEL AUTOR
Roland Barthes

Del Autor a la escritura múltiple
Escribir es donde el autor encuentra su propia muerte
Fuera de Dios, se inventa un sentido, se hace escritura, se inscribe

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