En la actividad de relacionar, de generar dispositivos de invención de relaciones, de producir instancias inter-textos aparecen conceptos que formatean antiguas convicciones. De todos modos, a la luz del presente se pueden extraer nuevos modos de pensar viejos esquemas. Es por ello que muchos textos datan de varias décadas atrás, o incluso de movimientos que aunque pretendían ir más allá de la modernidad, hoy se los puede considerar como habiendo sido constitutivos de otra vanguardia más, sin por ello desconocer sus planteamientos dado el contexto en el que fueron hechos. Y a su vez como instancia dinamizadora de innumerables relaciones, reintroducirlos al inventar con ellos nuevos sentidos en el contexto actual.

sábado, 4 de agosto de 2007

inventar un sentido--------------arte

El texto sobre la Muerte del Autor, de Roland Barthes, puede ser leído hoy como el puntapié que da lugar a reasumir al autor, pero esta vez con minúscula, donde él mismo es creado por su texto, y de esta manera inscribiendo su subjetividad en el mundo, no como el único autorizado a la verdad última de un concepto, sino que con su palabra se crea a sí mismo. Y no se disuelve en el infinito significante del discurso como un mero hacedor de signos. Pero esto no lo coloca por encima de ninguna supuesta verdad, como se entendía antes al Autor, pero tampoco lo deja inerme frente a ser simplemente un instrumento del lenguaje. Re-inscribir ese rehusarse a la Ley, Dios, la Naturaleza, que plantea Barthes, como única posibilidad para la invención del sentido es retomar esa disidencia en la actualidad, necesaria para la concepción de la obra de arte como sentido siempre en invención, pero de una subjetividad que por lo tanto emerge con la “persona humana” a distancia de lo divino que ya no cuenta como garantía.


LA MUERTE DEL AUTOR
Roland Barthes

Del Autor a la escritura múltiple
Escribir es donde el autor encuentra su propia muerte
Fuera de Dios, se inventa un sentido, se hace escritura, se inscribe


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